Se conocieron en 2001 en la misma universidad. Se separaron en 2007 y volvieron a estar juntos. El príncipe le propuso matrimonio en una cabaña en Kenia el año pasado.
La boda del príncipe William y de Kate Middleton es la culminación de una historia de 10 años que comenzó como una amistad en la universidad y se transformó en amor.
En su primer encuentro con el segundo en la línea de sucesión al trono, cuando ambos ingresaron a la prestigiosa Universidad de Saint Andrews, en Escocia, en septiembre de 2001, Kate se puso "colorada".
"Cuando la conocí, enseguida supe que había muy algo especial en ella", confesó por William en la entrevista que la pareja concedió cuando anunciaron su compromiso.
La imagen de la pareja en esa ocasión contrastó fuertemente con la que dieron los padres de William, Carlos y Diana, en 1981. Cuando le preguntaron a Carlos si quería a su prometida, éste respondió torpemente: "Sí, lo que sea que enamorado signifique".
Carlos se casaba entonces presionado por su familia, y había visto a Diana menos de 20 veces, y guardaba un amor profundo por Camilla Parker Bowles. Mientras que William y Kate llegan al matrimonio tras convivir desde hace años.
En la entrevista, Kate se burló de él cariñosamente por su escaso talento culinario, mientras que él ironizó sobre el póster que ella habría colgado en su habitación de adolescente. "Es lo que le gustaría", respondió la joven. "No, tenía un póster de un modelo de Lewis en la pared".
La historia de la foto fue interpretada por la prensa como una señal de que Kate eligió ex profeso la universidad de Saint Andrews para "cazar" al príncipe. Esto, sumado al hecho que nunca comenzó una verdadera carrera profesional tras salir de la universidad, le valió el apodo de "Waity Katy" o la "Katy que espera".
Para Robert Jobson, autor de una biografía de la pareja, la imagen es injusta, porque la joven de 29 años tiene más personalidad de lo que se cree y es una verdadera influencia en el príncipe.
Fue aparentemente ella la que convenció a William de que continuara sus estudios cuando quería abandonar Historia del Arte, y se orientara hacia la carrera de Geografía.
"Creo que es alguien en quien él tiene plena confianza", declaró Jobson. "Debe ser un verdadero alivio para él haber encontrado una compañera con la que compartir su vida privada y su vida pública también".
A su vez, William protege mucho a Kate. Consciente de las obligaciones de la monarquía, sobre todo después del doloroso ejemplo de Diana, el príncipe dio tiempo a Kate para que tuviera una oportunidad de "dar marcha atrás antes de que las cosas se volvieran demasiado serias".
La historia de amor comenzó en 2003, un año después de que los dos jóvenes empezaran a compartir una casa en Saint Andrews con otros estudiantes.
En diciembre, ya eran pareja, y en marzo de 2004 se publicaron unas fotos de los enamorados durante unas vacaciones de esquí.
La presencia de Kate y de sus padres en la ceremonia de graduación de William en la academia militar de Sandhurst oficializó la relación en diciembre de 2006.
Sin embargo, en abril del año siguiente, el palacio confirmó la ruptura de la pareja debida, según la prensa, a la carrera militar del príncipe y a las fotografías publicadas de éste con varias mujeres durante las fiestas con sus amigos del Ejército.
Unos meses después, volvían a estar juntos, esta vez con la boda al final del camino.
La petición de mano tuvo lugar en octubre en una cabaña de una reserva en Kenia, después de que William llevara durante varios días en su mochila el anillo de compromiso de Diana para regalárselo a Kate.
El príncipe acababa de terminar su formación de piloto de helicóptero de búsqueda y rescate y dijo: "Habíamos decidido los dos que ahora era un buen momento".
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